Gabinete iconoclasta abierto
Sala de artes visuales, del Centro de Producción e Investigación en Artes (CePIA) de la Universidad Nacional de Córdoba, Córdoba, 25 de Junio 2024.
Texto de sala:
Como un chorro de agua que se abre paso en el concreto, las imágenes digitales se desenrollan sin fin y atraviesan todas las superficies. El Gabinete iconoclasta funcionó entre 2023 y 2024 radicado en CePIA como un abordaje mixto de la iconoclasia, entre la investigación y la producción artística. Las pantallas son marco y posibilidad de la cascada infinita de ventanas, apps y mensajitos. La velocidad y frecuencia con que nuestros ojos bailan sobre estos soportes lumínicos intensifica la ansiedad. Hoy vivimos un tipo de ansiedad específicamente ocular. La imagen digital está mucho más allá del arte: no sólo que cada usuario es forzadamente un prosumidor (productor+consumidor) de imágenes, sino que aquellas que son las más visibles y relevantes de todas ya no están hechas por artistas. Y sin embargo, una palabra propia de la historia del arte viene a disputar el territorio pantallacéntrico: la iconoclasia, el ataque a las imágenes. Nos dedicamos a jugar con la iconoclasia, con su historia, su concepto, el abanico de estrategias concretas y sus efectos situados. Nos dimos cuenta que el propio carácter superabundante de la imagen tiene un impacto iconoclasta, porque genera más visualidad de las que es posible mirar, incorporar, procesar y pensar. La imagen digital se cancela a sí misma. Pero a la vez, la iconoclasia determinada permite descomponer el acople perfecto de industria tecnológica, cibernética y metalurgia en múltiples caminos sensibles y reflexivos, que conducen a rescatar la imagen de la tiranía digital. Desde el techo hasta el suelo, todas las imágenes se precipitan salpicando preguntas: ¿En qué se parecen una lámina de mica y una pantalla? ¿Qué reflejan las pantallas cuando están apagadas? ¿Cuál es el grado cero de la imagen digital? ¿Qué mira desde una fotografía reproducida miles de veces? ¿Qué mira cuando una pintura es rodeada de smartphones? ¿Cómo volver visible el código que programa lo visual? ¿Qué técnicas de producción visual entran en desuso por la imagen total? ¿Qué conecta la “inmaterialidad digital” con la materialidad de la Tierra? ¿Cómo la nube es en verdad una serie de islas en el suelo?
Cuando la imaginación se vuelve sobre sí misma deja de ser el despliegue infinito de posibilidades para volverse, por un momento, reflexión. Se piensa a sí misma, a su trabajo, se vuelve objeto y no actividad. Como la imaginación, cuando la iconoclasia toma conciencia de sí pierde su carácter iconoclasta, su potencia destructora. Se detiene. Y en esa detención como en un copo de nieve suspendido en el aire, hay imágenes. Hoy el modo de detención de nuestra iconoclasia es con imágenes.
Equipo de activadores del gabinete:
Valentina Cuello, Manuel Molina, Victoria Gatica, Eugenia Roldán, Agustín Busnadiego, Alenka Boccanera, Ana Soteras, Diego Iparaguirre, Valentina Luna, Ezequiel Lovrovich, Gerardo Repetto, Lucía Bassi, María Inés Repetto, Malena Tatián, Melisa Serrano.
Caminata iconoclasta por la ciudad de Córdoba (Argentina)
a. Mural Tutuca Monteiro (frente a la Terminal)
b. Puente Peatonal (frente a Terminal)
c. Dr. Rafael García - Fac. Derecho (centro)
d. Ex-Cárcel Encausados devenida Paseo Güemes
e. Monumento a Dean Funes (Plaza España)
f. Palacio Dionisi (salas de muestra)
g. Ana Frank (Plaza España)
h. Bandera papal (ingreso a Ciudad Uni)
Café iconoclasta con Mgter. Carolina Romano
Carolina Romano (bio).
Es Magíster en Arte Latinoamericano (Universidad Nacional de Cuyo). Actualmente se desempeña como docente de la Licenciatura en Artes Visuales, la Especialización en Procesos y Prácticas de Producción Artística Contemporánea, ambas de la Facultad de Artes -UNC- y la Maestría de Arte Latinoamericano de la Facultad de Artes, -UNCu-. Como investigadora integra el Programa Antropología e Historia de la Cultura -PAHC-, radicado en el IDACOR- CONICET. En ese marco investiga sobre la historia del arte y la cultura de Córdoba y su relación con otros contextos culturales.
Romano ha escrito dos artículos históricos que condensan sendas investigaciones sobre episodios iconoclastas en la ciudad.
1. “Un episiodio iconoclasta en el intinerario de la Reforma Universitaria de Córdoba”, publicado en Variaciones del reformismo. Tiempos y experiencias (Rosario, 2018) compilado por Alejandro Eujanian y Ana Clarisa Agüero.
Este primer artículo trata sobre el derribamiento de una escultura del Dr. Rafael García por parte de los estudiantes de la Federación Universitaria en el contexto de la Reforma Universitaria en el año 1918. El Dr. García había sido un docente emérito de la UNC, jurista y católico militante, que había fallecido en 1887; y a quien se rendiría homenaje como representante de la cultura ilustrada cordobesa y de los valores católicos conservadores. La Reforma como momento histórico clave de Córdoba constituyó una batalla a la vez política y cultural, que avanzó en laicizar y democratizar el acceso a la educación superior. Allí, el gesto iconoclasta contra la escultura de un docente jurista católico se dirige contra la hegemonía en Córdoba de la coalición de Iglesia, clase propietaria y Universidad. Se trata de una iconoclasia reformista, progresista o vanguardista, que es leída por Romano como un conflicto del que ambos frentes (tanto el católico conservador como el estudiantil reformista) intentan sacar un beneficio.
2. “Constricción y desvíos: disputas en torno a una imagen de Dimas”, publicado en Revista Teórica. Teoría, crítica e historia del arte contemporáneo, N°3 (Fundación Rosalia Soneira, 2009).
El segundo, sobre las interpelaciones y ataques al mural de San Dimas durante el motín de 2005 en el Penal San Martín. El mural fue realizado por el artista plástico Gabriel Di Marco, mediante encargo de la Pastoral del Penal entre 1998 y 1999. San Dimas es el otro cuerpo crucificado al lado de Cristo, cuya figura y nombre representa el “Buen Ladrón”, que se arrepiente a última hora, es perdonado por Dios y se gana así su lugar en el cielo. Romano reconstruye el ataque durante el motín como parte de una serie de estrategias de interpelación de la fuerza de “constricción” del sentido y de una “mecánica persuasiva de identificación” con Dimas, que ya venían teniendo lugar por lo menos desde 2003, y que ella conceptualiza como “ironía, tácticas de desvío y refutación plástica”.
Ambos casos, en nuestra lectura, constituyen variaciones de la iconoclasia, como un procedimiento de ofensiva contra el poder de la imagen, una de carácter monumental y la otra de carácter pictórico. Comparten sin embargo la iconoclasia como un gesto subversivo contra un frente iconológico común de Estado, Capital e Iglesia, en el caso de la Reforma contra la alianza Academia, Aristocracia y Catolicismo; en el caso del Motín contra la alianza Cárcel, Propiedad privada (que fundamenta el robo) y Catolicismo. También tienen en común que ambos íconos son marginales, tanto el monumento al Dr. Rafael García (desde Buenos Aires: “Todo el mundo pregunta quién es García” p.8) frente por ejemplo a la figura de Obispo Trejo y Sanabria; como el de San Dimas (“en la vulnerabilidad de estas figuras que, por su cualidad de mediadoras y su cercanía, son más susceptibles de ser interpeladas que Cristo o Dios mismo” p.11).